Es un rió tan distinto de los demás ríos de la costa mediterranea que chocaba con lo que los habitantes del Mediterraneo veían en los suyos. Mientras estos estaban en el estiaje las aguas del Nilo llegaban a su máxima crecida. El Nilo aportaba regularmente su caudal en fecha fija, los otros ríos recibían sorpresivamente crecidas que no se esperaban. Era, y sigue siendo, la vida para Egipto. Su etimología es incierta. Es el rió mas largo del mundo con sus 6.500 kilómetros.
Desde sus orígenes es la región de los grandes lagos o mares interiores africanos, en cada nomo o provincia recibiría un nombre diferente. Son numerosos los himnos que se le han dedicaron. Se le consideraba como una divinidad. Las grandes cascadas que van surgiendo a lo largo de su curso y llamadas cataratas dan al rió un carácter peculiar. A partir de la confluencia con el Atbara en el Nilo Blanco son seis, con un desnivel que va de los 350 a los 85 metros, donde ya el rió corre por la llanura del desierto hasta la desembocadura en el Delta. Los textos egipcios nos dicen que el Nilo llega a su tiempo, que la inundación viene en su estación: Yo (la inundación) llego a mis horas, yo vuelvo a mi estación.
También los clásicos griegos y latinos nos hablan del suceso: Cuando llega el momento, el Nilo crece (Aristides de Esmirna), a su debido tiempo (Orosio). Crece a su tiempo oportuno (Sozomeno). Pero solo mas tarde en épocas de los Alejandrinos, en el siglo III d.C., se dice que el rió se conduce de la manera mas exacta, en el momento fijo. El texto que mejor refleja lo dicho es el de Aquiles Tacio en su Erótica: El Egipcio se sienta a la espera de la crecida y cuenta los días, y el Nilo no se engaña, sino que es un rió que observa su vencimiento y cronometra sus aguas, es un rió que no quiere ser acusado de retroceso
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