EL PECHO




"Abre tu pecho y siente el soplo divino que desde el interior de tu corazón
alimenta la luz que ilumina el mundo".

 

En el interior de tu pecho se halla el corazón y los pulmones, los dos órganos mas importantes para la existencia física. El corazón es un músculo que se mueve a un ritmo marcado por su latido de contracción-relajación, mediante el cual se produce la entrada y salida de sangre. Como músculo que es, necesita ser ejercitado para que se mantenga fuerte y tonificado. De lo contrario se volverá débil, pequeño y frágil.

La forma en como late el corazón marca el pulso de tu vida...así que cuando vives experiencias desagradables, decepcionantes, tristes o dolorosas, vas encorvando tu espalda, proyectando tus hombros hacia delante y hundiendo tu diafragma. Vas poco a poco encerrando tu corazón en lo mas hondo de tu pecho. Si lo mantienes así por mucho tiempo acabaras por matarlo de pena y aislamiento. Su latido se tornara débil, apenas audible y acelerado. El espacio que un corazón fuerte podría recorrer con la fuerza de un único latido, el tuyo requerirá de cuatro contracciones para desplazarse la misma distancia.

El corazón se nutre de la energía universal, de la chispa amorosa y divina que nos regala la vida. Es el centro regulador de los demás centros energéticos y el mediador entre la energía celestial y terrenal. El corazón no puede poseer, ni ser poseído, porque es energía que fluye según las leyes del universo. Su esencia es el Todo y la Nada. Si deseas vivir a plenitud, disfrutando de tu esencia, entonces no puedes negar, ni ignorar esta energía tan potente....porque si lo haces sera como cerrar tu conexion con la vida, con el Todo. Te convertirás un ser escindido, roto. Desconectado e incapaz de integrar sus experiencias.

El corazón es generoso y compasivo en esencia, y ambas practicas debemos aplicárnoslas antes que a nadie a nosotros mismos. Por lo tanto, se generosa para dar, pero también para recibir. Empieza de una vez a ser generosa contigo misma: "Abre tu pecho y empujalo hacia delante sin temor. Deja que el aire penetre en su interior y lo colme. Proyectate tu misma hacia el mundo a través de tu pecho expandido con valentía. Relacionate con los demás, amate, dejate amar y ama".

Es conocido que en nuestro mundo occidental una de las tasa de mortalidad mas alta es producida por enfermedades cardiacas. Y cada vez mas las mujeres, antes protegidas de forma natural ante esta enfermedad empiezan a padecerla a edades muy tempranas. Creo que este es un aspecto que debería hacernos reflexionar. Nos alejamos del corazón, nos apegamos a las cosas materiales sin vida, y nos alejamos de la tierra a la que maltratamos. Nos da miedo amar, dar, entregarnos. Hemos construido una coraza a nuestro alrededor que nos esta axfisiando, nos esta robando la vida. Moriremos sin sufrir el mal de amores, pero moriremos al fin.

Los mayores bloqueos corporales se manifiestan a partir del plexo solar, y se hacen mas patentes a medida que nos acercamos al corazón y posteriormente a la zona de los hombros y cuello. De  forma clara el cuerpo manifiesta la rigidez que ese corsé o coraza ha instaurado impidiendo que fluya el movimiento de forma armoniosa.Los movimientos de la danza oriental relacionadas con este centro son diversos: las rotaciones o ondulaciones del tronco, las elevaciones del pecho y los movimientos de brazos y manos. Y sobre todo la postura básica que requiere un pecho elevado, abierto y ligeramente proyectado hacia delante.

Para realizar el movimiento de elevacion del pecho, te colocas en la postura básica, y mantienes tu cuerpo de cintura para abajo inmóvil, y con las rodillas un poco flexionadas. Eleva tu pecho sin levantar los hombros. No coloque la tensión en la espalda. Debes trabajar con tus músculos pectorales.  Otro movimiento que ayuda a desbloquear este centro, es realizar con los brazos los gestos de dar y recibir: en la postura básica cruza ambas manos sobre tu pecho, y desde esta posición abrelas lentamente inclinando tu cuerpo hacia delante. Extiende totalmente tus brazos mostrando las palmas de tus manos abiertas y continua abriéndolos hasta llevarlos tan atrás como puedas, mientras sientes como tu pecho se abre y se proyecta hacia delante. Luego realiza el movimiento de forma inversa hasta volver a la posición de partida. Con tu corazón liberado la energía creativa engendrada en tu vientre tiene por fin el camino libre para ascender y fluir a lo largo de tus brazos para llenar de calor tus manos.

Ten presente que el corazón es el lugar donde alcanzamos la integracion de los elementos duales: cuerpo/mente, materia/espíritu, hombre/mujer, madre/hijo. Nos hallamos en el espacio donde se logra el equilibrio entre las relaciones de opuestos, y para ello el único camino es la compresion y la negociación justa donde todos salen ganando. Veas lo que veas de ti misma, comprendete y aceptate con tus defectos y virtudes, porque a partir de la aceptacion, comprension y amor incondicional te sera mas fácil emprender los cambios necesarios para mejorar, entenderte y comprender mejor a los demás.