LOS BRAZOS




Flexibles y sensuales ondean al viento mientras las manos esculpen figuras en el aire.

 

Coloca tus pies en total contacto con la tierra, siente la energía de esta ascender por tus piernas e inundar tu pelvis. Ahora cierra el esfinger del ano y contrae tu vagina dejando la energía en el interior de tu cuerpo.

Toma una inspiración profunda y desde tu centro situado en el vientre eleva tus brazos por los costados del tronco hasta alcanzar el cielo (sobrepasar tu cabeza). Eres hija del cielo y la tierra. Contienes y manifiestas su presencia a través de tu vida, que es el reflejo de tu ser. Mueve lentamente los brazos de arriba abajo y viceversa mientras abres los ojos y el corazón a tu existencia. No pierdas la conexion con tu vientre, siente la vida despertar en su interior con cada gesto.

Los humanos extendemos las brazos para abrazar y tocar a los demás, de este modo hacemos participe al otro de los sentimientos que surgen de nuestro corazón. Pero también los podemos usar para luchar, defendernos, trabajar, construir o agredir. Y para algo muy importante expresar nuestra creatividad. Por esta razón si al empezar los movimientos de la Danza oriental que involucran esta parte del cuerpo, observamos cierta rigidez en nuestros brazos, nos puede anunciar que existe alguna represión de la energía que fluye de cualquiera de los chakras involucrados: plexo, corazón y garganta. Los brazos son los elementos materiales que trasladan la energía de estos centros al exterior, es decir convierten en una realidad concreta y visible al mundo nuestros sentimientos e intenciones. Y el movimiento es secuencial (hombro-codo-muñeca-muñeca-codo-hombro).

 El hombro indica el color emocional, el codo permite que la expresión de acerque a la mano y le imprime flexibilidad y soltura y las muñecas permiten que finalmente esta energía que procede de tu interior llegue al exterior a través de tus manos. Los brazos por su posición en el cuerpo están principalmente alineados con el chakra corazón (punto de equilibrio de energías), y por tanto constituyen el medio de expresión de nuestro fuero interno. Al danzar contactas con tu cuerpo, te comunicas íntimamente con el. En este proceso de reencuentro, y en algunos casos incluso de reconciliación, te das cuenta de que algunos movimientos te resultan mas difícil realizarlos con la parte derecha y otros con la izquierda. Respecto a la lateralidad de los brazos debes saber que al igual que toda la parte de derecha del cuerpo esta dominada por el hemisferio cerebral izquierdo que representa el aspecto masculino expresado en forma de autoafirmacion, mientras el hemisferio derecho que domina la parte izquierda del cuerpo representa el aspecto femenino expresado a través de la gentileza y el amor activo.

Cuando extiendes tus brazos en armonía con tu postura y tus movimientos debes notar una sensacion en tu vientre. Abre tus brazos y define el espacio alrededor tuyo (arriba, abajo, delante, atrás, derecha e izquierda) , para ello estira tu musculatura e intenta llegar lo mas lejos posible con la punta de los dedos de tus manos, mientras tu pelvis enraizada con el centro de la tierra a través de tus pies, te da el descanso y la seguridad que necesitas para expresarte desde lo mas profundo de tu ser.