LA PELVIS




"Y en la base enrollada duerme kundalini"

 

La pelvis es la base de todos los movimientos de la danza oriental, pues en ella se sustenta todo tu cuerpo, y podría decirse que constituye la base de la vida. Sostiene nuestros genitales, y si esta fuerte, estos están seguros y firmemente contenidos. Pero es importante aclarar que fuerza y rigidez no son lo mismo. Por tanto nuestra pelvis debe estar libre de obligaciones y represiones para poder moverse con libertad y en armonía con el resto del cuerpo, así que debe permanecer relajada para tener capacidad de desplazarse en todas direcciones, de girar y bascular alrededor del centro de gravedad de tu cuerpo.

Cuando obligas a tu pelvis a mantenerse rígida, estática impidiendo su natural contoneo, estas restringiendo su movilidad y por tanto su pontecialidad y capacidad de sentir. Representas a través de tu forma de andar y moverte los prejuicios culturales de la sociedad y la familia en la que te has educado, y que se han instaurado en ti en forma de bloqueos emocionales. A veces estos bloqueos los podrás reconocer facilmente en tu cuerpo al detectar en tu musculatura pequeñas zonas o puntos endurecidos o dolorosos. Ellos actúan como unos acumuladores que concentran en un solo lugar las tensiones físicas o psicológicas relacionada con una zona del cuerpo y sus funciones. A veces ese dolor tan solo es el reflejo de una tensión interior ( y no se encuentra causa física que lo justifique), y sus raíces pueden estar ocultas en lo profundo de tu psique, en forma de sentimientos reprimidos o conflictos no resueltos.

Los movimientos de la danza oriental pueden ayudarnos a tomar conciencia de estas tensiones corporales, y empezar a hacer algo para mejorar, primero a nivel físico, y luego cuando se este preparado, a un nivel mas profundo. Sea como fuere la toma de conciencia ya es un gran paso, pues cuando se consigue ver las cosas desde otra perspectiva y darse cuenta de como conceptos rígidos e impuestos desde el exterior nos hacen prisioneras en nuestro propio cuerpo.....algo en nuestro interior se revela y grita.....Noooooo !!!!!!.

Entonces la fuerza surge desde lo mas profundo de tu ser en forma de una invencible convicción, haciendo fluir y reconocer tus auténticos sentimientos. Es aquí donde comienza el proceso curativo al que la danza te puede ayudar a llegar.

En la danza el sonido del tambor se puede considerar el hermano de la pelvis. A través de su latido sientes como esa parte de tu cuerpo es llamada a salir de su reserva, es como si despertara de un largo sueño y quisiera salir a explotar. Cuando el movimiento se inicia es como si nada pudiera detenerlo. Y entonces lo mismo que el tambor (darbouka) emite al exterior su sonido, la pelvis se pone en movimiento y se deja llevar revoloteando tan lejos como la melodía la deje llegar. El sonido del tambor ha sido utilizado desde tiempos inmemorables como instrumento de sanación. Su sonido llena de energía el cuerpo, activa el chakra base, aleja la tristeza, activa el sistema circulatorio y da vigor. Además ayuda al cuerpo que sigue su ritmo a liberar energías negativas, vaciándolo de estres. Según la rapidez que se imprima al ritmo puede hacer aumentar o disminuir el latido cardiaco.

Una buena y saludable practica consiste en hacer tamborilear los dedos sobre el vientre, plexo o pecho, convirtiéndonos así en interprete e instrumento a la vez. Esto favorece la apertura de los centros energéticos o chakras que se hallan en situación de baja actividad.

No olvides que puedes modificar aspectos de tu vida con solo mover tu pelvis. Puedes permitirte experimentar un mayor disfrute por la vida, espontaneidad, alegría, autoconciencia de tu existencia, una vida mas intensa, ampliar tu circulo de amigos y relaciones. En síntesis, una vida llena de energía pasional y magnética que la Madre Tierra te regala, todo esto es para ti, te esta esperando ! Disfrutalo.