Si tratamos la danza oriental antigua, debemos remontarnos a tiempos prehistóricos por diversas razones. Dicha danza puede ser considerada un sano deporte cuya finalidad es encontrar la armonía entre el cuerpo y la mente, y cuyo medio para conseguirlo es la contracción y la relajación muscular en la parte inferior del tronco mediante movimientos circulares, a diferencia de otros que suelen centrarse en los músculos de las extremidades. El movimiento circular de esta parte del cuerpo afecta a otras, fortaleciendo los músculos del abdomen, la parte inferior de la espalda y, en particular, la pelvis.
Este aspecto demuestra la sabiduría de nuestros antepasados al desarrollar este tipo de baile, pues el movimiento circular de los músculos del abdomen conlleva una presión interior imprescindible para el procesado de los desechos en el cuerpo humano. Nuestros antepasados intuyeron, en cierto modo, que el cuerpo humano pierde su equilibro funcional si no es capaz de una correcta absorción y digestión, teniendo en cuenta que un vientre sano es un parámetro básico para medir la salud y la vitalidad del hombre.
Por otra parte, cualquier forma de movimiento humano, tanto espontáneo como voluntario, al son de la música permite al hombre sentirse sosegado, feliz y relajado. No cabe duda de que la danza es una manera de coordinación de los músculos y los nervios con la mente, practicada no solo por el hombre, sino también por muchas especies de animales. Además, la danza muestra una nueva faceta relacionada con la terapia. Numerosos especialistas en el campo de la educacion física han determinado que cualquier movimiento del cuerpo humano no es mas que un beneficioso deporte para el cuerpo. El hombre que realiza muchos movimientos posee una actividad y vitalidad superior a los demás. A pesar de la oposicion de ciertos responsables de de instituciones y universidades egipcias a enseñar danza rítmica, distintos centros docentes de educacion física la adoptaron, por considerarla una manifestación corporal deportiva global de alto nivel.
En un articulo del profesor Handi Fuad Al-Tayyed, psiquiatra egipcio en el Hospital Clínico Queen Elizabeth de Birmingham, Inglaterra, se describe que un rey de Babilonia sufrió una fuerte depresión, registrada como uno de los primeros casos de la historia. Se intentaron numerosas maneras de encontrar un remedio, pero fue inútil. La única forma de curarlo consistió en recurrir a la música y la danza para devolverlo a su estado normal, hallando gran tranquilidad y felicidad. De ahí, podemos concluir, que cuando la música llega al oído es capaz de transmitir sosiego a la mente y al espíritu, ejerciendo profunda influencia en el cuerpo humano que baila al son de la música con movimientos coordinados, manifestaciones de los significados mas veraces de la felicidad.
Sobre esta idea, sirva de ejemplo, la innata conducta que adoptaría la mayoría de la gente ante el llanto de un bebe, cantando y meciendolo para calmarlo. La mayoría de veces, el niño se entregara a un profundo sueño como señal de tranquilidad.
En la época moderna, la ciencia medica utiliza la danza y la música como método terapéutico. La razón se atribuye a que el baile requiere numerosos y diversos movimientos que exigen coordinación además de realizar un esfuerzo físico. Asimismo, hay que mencionar que muchas enfermedades psiquicas se atribuyen en gran medida a causas orgánicas, y por ello, la danza no siempre es capaz de curarlas. No obstante, no resulta extraño encontrar que muchos de los que niegan el baile y el canto, generalmente sufren algún tipo de trastorno depresivo, percibiendo su mundo desde su particular punto de vista. En definitiva, el baile es una terapia eficaz para curar la depresión, las preocupaciones, el nerviosismo y la neurosis, ademas de ser un deporte que contribuye a desvelar la oculta energía del hombre.
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