La Danza oriental se compone de movimientos naturales que trabajan con el cuerpo no contra el. Y estos ejercitan y activan de la manera mas suave nuestro vehículo físico y sus funciones. Los movimientos rotativos y de ondulación hacen trabajar los músculos y las articulaciones en un amplio rango de formas, a la vez que estos masajean las zonas del cuerpo involucradas, expulsando fuera de este todas las tensiones.
A través de los movimientos improvisados, la bailarina se centra en su respuesta creativa a la música. Esto le permite situarse y vivir el momento presente. Y en este estar en trance pueden manifestarse estados alterados de conciencia que conduce a la persona a experimentar una sensacion de frescura y recarga energética una vez ha concluido su danza.
La Danza es un camino de sanacion para todas a aquellas personas que quieran recorrerlo. Porque en un ser donde el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu están unidos, obliga al estres a salir ya que este entiende que ninguno de los aspectos energéticos que conforman a esa persona le da cabida.
La Danza Oriental rinde culto y reverencia al cuerpo como Templo del Alma que es. Y esto se logra a través del uso apropiado de los movimientos de los distintos grupos musculares que entran en interacción con la música. A través de la respuesta creativa la persona que baila armoniza las emociones y desarrolla la habilidad de aquietar su mente para permitir que la inspiración fluya sin ninguna traba desde lo mas profundo de su ser. La bailarina se convierte de este modo en un canal a través del cual la divina luz ilumina la física realidad. El poder de esta forma de arte es enorme, es mágico.
La Danza Oriental se experimenta como una llamada que te empuja a seguirla. Y cuando te unes a otras mujeres para bailar junto a ellas la conexion que se establece con la tierra aun es mayor. Cuando una mujer siente de forma autentica la danza en su corazón se produce un verdadero nacimiento. La flor se abre reflejando en sus pétalos el ser que antes se ocultaba en el interior del capullo. La Gran Madre esta con ella, danzando a través de ella y deseándole el mayor de los éxitos.
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