"Y después de la tempestad viene la calma y tu dibujas en el aire un circulo con tu pelvis y el color rojo se empieza a tornar anaranjado" |
El circulo es el "punto" que ha crecido. Es la forma perfecta y representa al Uno. Su esencia es la armonía que no tiene fin, porque en el espacio interior que encierra su circunferencia cabe todo. Representa el tiempo y el eterno retorno. Siempre debe estar en eterno movimiento, sino devendría el fin. Al dibujar un circulo con la pelvis estamos transformando la energía telúrica (material) en una energía mas sutil. Es como si unieras el cielo y la tierra en un mismo movimiento haciéndote sentir eterna. En el inferior de nuestro circulo nos sentimos seguras, protegidas e integradas. Cuando te sientes triste, tensa, notes que tu entrecejo esta fruncido, tus hombros pesan y tus dientes están apretados....detente unos instantes y alejate a un lugar donde puedas estar a solas. una vez allí encuentra tu centro, balanceate y empieza lentamente a dibujar un circulo con u pelvis. Sentirás que al poco rato una sonrisa se dibuja en tu rostro. Tu respiración encuentra su propio ritmo, tus músculos faciales se relajan y tus hombros descansan. El circulo es la figura mas compleja de todas. En su ejecución se encierra toda la gama de contracciones que tu vagina puede realizar. Con este movimiento entrenas tu cuerpo, para que posteriormente pueda realizar otras combinaciones mas complejas.
Para dibujar el circulo colocate en la posición básica que ya conoces. Antes de empezar respira profundamente tres veces y visualiza en tu mente el circulo girando como el movimiento mas perfecto jamas visto, porque no tiene ni principio, ni final. Colocada en su interior no sientes ninguna nostalgia, ni separación. Te sientes rodeada, aceptada y sostenida por la gran madre en si inmenso útero circular. Ahora por de nuevo la atención en tu cuerpo y siente como si toda la fuerza que posees estuviera enrollada en tu ombligo. De pronto sobreviene como un impulso vital, como una vibracion que proviene de la tierra y tu pelvis sube elevándose gracias a la fuerza de tu vagina al contraerse ligeramente y finalmente se proyecta hacia delante empujada por la fuerza de los músculos de tus nalgas. Y así empieza a girar. A medida que se translada hacia la derecha la vagina se va contrayendo poco a poco hasta alcanzar la máxima contracción en la parte posterior. A partir de ahí la vagina se va relajando hasta volver a llegar al punto de partida. En tu cuerpo se une todo el poder, la forma, el movimiento, el color, el ritmo al son del sonido embriagador de una flauta acompañada de un tambor.
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